Unos lentes súper wow pero ¿y la moda?

En abril de 2012 Google nos presentaba «Proyect Glass», un proyecto nuevo, innovador para el mercado y enfocado en unir aún más nuestras vidas al entorno digital, a través de unos «simples» lentes, mejor conocidos como Google Glass.

Después de esto Google no ha dejado de trabajar. Despertaron el interés de muchos, en especial, de los early adopters que no querían dejar de ser los primeros en tener este preciado artilugio frente a sus ojos para probarlo y dar su opinión.

Hemos podido ver vídeos de cómo funcionan los Google Glass, los explorers no dejaron de demostrar los beneficios de usarlos, hay fotos de renombrados personajes usando este invento y, además, fueron reconocidos por la revista TIME como el mejor invento de 2012.

Google Glass desde los ojos de la diseñadora Diane von Furstenberg (2013)

Para 2014, portales online de moda y lujo como Net-A-Porter.com los ofrecían en distintos colores y monturas para su venta. Pero… junto a las maravillas que se han experimentado con estos lentes, los puntos negativos empezaron a aparecer. La seguridad y privacidad del producto son vulnerables, a pesar de que Google ha hecho todos los esfuerzos en blindar su invento, siguen surgiendo dudas sobre estos aspectos. Sin duda, esto no ha permitido que los lentes de Google disfruten de una mejor acogida por parte del público general.

Por otra parte, se suma un punto adicional que el corresponsal de tecnología de la BBC, Rory Cellan Jones, supo identificar muy bien cuando señaló que: «aunque la tecnología ofrecía algunos aspectos útiles, particularmente la cámara, los lentes tenían una gran desventaja: hacen al usuario verse como un tonto con ellos«.

Entonces ¿será este uno de los problemas que enfrenta la compañía? ¿Será que su forma no convence a todos? Aunque veamos que el diseño de estos lentes intenta cautivar a sus futuros usuarios y se ha hecho un esfuerzo por hacerlos más atractivos con monturas de diferentes colores, ese pequeño aparato ubicado sobre el cristal derecho, sin duda, no los hace tan amigables para la moda.

Tal vez, llevar un look futurista puede ser cool para algunos, pero no para todos. Muchos quieren llevar estos lentes para diferenciarse, sí, pero no para ser el centro de atención porque llevan un objeto delante del ojo… Llevar unos lentes que te acerquen de esta manera al entorno digital merecen un diseño versátil, que satisfaga los gustos y exigencias del usuario y, por supuesto, que pueda ser personalizado. Es decir, unos lentes que cumplan con TODO lo que Google nos ha enseñado en los últimos tiempos.

Por lo pronto, la compañía detuvo la producción de estos lentes como los conocemos, sin dejar de señalar que siguen comprometidos con el desarrollo de este producto. Así que tocará esperar para ver la evolución del Glass.

«We think technology should work for you — to be there when you need it and get out of your way when you don’t».
(Google, 2012).