
Nos agrada la gente con «personalidad» ¿No lo creen? Pues, reflexionemos un momento: ¿Cuántas veces se han encontrado describiendo a alguien y resumen con: «Me cae bien porque…tiene mucha personalidad»?
Yo estoy segura de que es así, a la gente en general, nos agradan las personas «con personalidad», aunque parezca un trabalenguas.
La personalidad definida en el diccionario como la «diferencia individual que constituye a cada persona y la distingue de otra», es una especie de firma de autenticidad que cada quien imprime cada vez que se involucra en un acto donde interviene otra persona. Es una huella que dejamos en el otro y que permite que nos reconozca de entre otros individuos (o ¿tal vez no?).
Soy fiel creyente de que cuando se tiene una comunicación efectiva con uno mismo y tus mensajes internos son claros, logras proyectar rasgos de tu personalidad positivos y libres de conflicto. Esto genera confianza y agrado en quienes te rodean.
Y así como pasa con las personas, pasa en el mundo de la moda. No sólo se trata de que una modelo con personalidad sabe internamente lo que desea proyectar: seguridad, sensualidad, delicadeza o lo que sea. También se trata de marcas. Una marca tiene que definir esa personalidad, tal cual como si se tratara de la descripción de una persona. Y sí, también tiene que saber comunicarse internamente, emanando mensajes claros y sin ruido que no generen confusión.
En un escenario tan competitivo puede ser intimidante pensar en construir algo diferente. Pensemos por un instante en algo que atraiga la atención de miles de personas que atienden a una pasarela internacional o que se destaque entre el abanico de marcas que habitan en Internet. No, no es fácil.
Sin embargo, la respuesta está en nosotros mismos. ¿Has pensado cuántas personas son calificadas como simpáticas, conversadoras o buenas en el mundo? Sí, miles de millones. Y consciente o inconscientemente aplicamos una estrategia que nos diferencia de la multitud: el contenido. Es decir, podemos ser simpáticos como otros miles, pero lo que dijimos (el mensaje) en determinado encuentro es lo que nos hace memorables.
Para construir una «personalidad» de marca atractiva es necesario estructurar una base comunicacional interna que deje muy claro «quién» es la marca y cuáles son sus cualidades. No hagas solamente esos ejercicios de marketing que se resuelven rápidamente, no. Se trata de entender cómo respira y vive tu marca. Si ayuda, describe cómo sería un día de la marca (su rutina, sus gustos culinarios, dónde trabaja, etc) y cualquier dato que, aunque parezca exagerado, te brinde más información. De esta manera, identificar los mensajes que quieres que tu marca comunique será una tarea más sencilla y confiable.
Todas las marcas tienen personalidad, y en esa inmensa reunión chic de marcas de moda lo divertido es diferenciarte y seducir al mundo con tus mensajes, siendo fiel a tu identidad.